Terapia Sexual y de Pareja

La terapia de pareja es adecuada no sólo para aquellas parejas con fuertes desavenencias y conflictos, sino también con aquellas que sienten cierta falta de confianza, tienen dificultades para compartir sus sentimientos o emociones y, en definitiva, desean tratar ciertos problemas del día a día. Además, la terapia de pareja puede ayudar a desmontar mitos y prejuicios relacionados con la vida sexual e íntima de las personas, mejorando la calidad de la relación y la calidad general de vida de las personas.

En el centro tratamos distintas problemáticas, incluyendo disfunciones sexuales, como la disfunción eréctil, la eyaculación precoz o retardada; situaciones de bajo deseo sexual, anorgasmia, vaginismo, dispaurenia, entre otras.

El concepto de sexualidad sana incluye tres elementos básicos:

  • La aptitud para disfrutar de la actividad sexual y reproductiva, y para regularla de conformidad con una ética personal y social.
  • La ausencia de temores, de sentimientos de vergüenza y culpabilidad, de creencias infundadas y de otros factores psicológicos que inhiban la reacción sexual o perturben las relaciones sexuales.
  • La ausencia de trastornos orgánicos, de enfermedades o deficiencias que entorpezcan la actividad sexual y reproductiva.

«Ser una pareja perfecta, no significa no tener problemas. Sino saber superarlos juntos»

«Nunca por encima de ti, nunca por debajo de ti … Siempre a tu lado» .- Walter Winchell

Terapia sexual y de pareja: metodología de trabajo

Si estás buscando una terapia de pareja seguramente hay algo que no te acaba de convencer en tu relación.

Puede ser que discutas a menudo, tengas problemas de comunicación, y no puedas expresar tus emociones con facilidad.

Quizá has perdido la ilusión, y puedes tener dudas de si tu relación saldrá adelante.

Los cambios como: la convivencia, el nacimiento de un hijo, una infidelidad o los problemas sexuales, suelen desgastar a las relaciones de pareja debilitando el proyecto que hay en común.

Según las investigaciones recientes, aproximadamente el 20% de los hombres no están satisfechos con su vida sexual y solo un 30% de las mujeres afirma estarlo. Sin embargo, solamente un tercio de las personas afectadas busca ayuda psicológica a pesar de que los beneficios de la terapia sexual están más que demostrados.

Antes de describir las fases de la intervención, es importante remarcar que uno de los aspectos fundamentales a trabajar en la terapia sexual son las Actitudes, esto es, el producto de la interrelación entre los prejuicios (estereotipos mentales) y un afecto asociado a ello, expresándose hacia el exterior en forma de conductas. De esta forma, en orientación y terapia sexual trabajamos en tres niveles:

  • Nivel Cognitivo. Mediante el análisis y reestructuración de los estereotipos mentales de la persona. En la consulta se aportarán los conocimientos científicos que la persona no posea, analizando de forma crítica los prejuicios culturales que pudieran estar influyendo en la disfunción y reforzando la autoestima de la persona.
  • Nivel Afectivo. Se trabajarán tanto en consulta como en el medio social de la persona, primero aportanto los conocimientos adecuados acerca de como se conforman los afectos y cuáles son sus funciones, analizando de forma especial los afectos negativos del miedo, la vergüenza y la culpa, y luego recomendando a la persona que lleve a cabo determinadas acciones en su entorno social para anular los efectos negativos asociados a su comportamiento sexual y sustituirlos por afectos positivos.
  • Nivel Conductual. Se refiere a las recomendaciones prácticas que se darán a la persona para que ponga en práctica en su medio social, lo que le permitira un aprendizaje de comportamientos eróticos sanos y placenteros. Se utilizarán diversas técnicas que se adaptarán a cada caso o disfunción.