La sexualidad es un área importante tanto de la pareja como de nosotros mismos, fuente de placer y una forma de vincular y comunicarse con el otro. Por ello, es necesario cuidarla y dedicarle su espacio. A menudo, tenemos creencias erróneas sobre la sexualidad que nos limitan a la hora de tener una sexualidad sana y plena e impiden disfrutarla al máximo. Por eso, he querido esta vez dedicar un artículo sobre diez de los mitos más frecuentes en torno a la sexualidad en la pareja.

 

  1. El sexo siempre equivale a coito. Todo lo que no sea coito no es practicar sexo”.

Esto no es cierto, el sexo no es solo la penetración o el coito, sino que es una práctica más que se puede realizar dentro de la sexualidad. Muchas parejas creen que si no realizan el coito no es válida su relación sexual y lo cierto es que no es así. Una relación abarca muchos más aspectos, como las fantasías sexuales, las miradas, las caricias, los abrazos, incluso la autoestimulación en pareja.

 

  1. El sexo debe ser siempre natural y espontáneo: pensar, hablar o leer acerca de él, estropea esa espontaneidad y dificulta el disfrute de la relación sexual”.

Esto también es erróneo. Debido al ritmo frenético del día a día, al estrés, a la rutina o al cansancio, a veces nos cuesta sacar tiempo para desarrollar nuestra vida sexual en pareja. Por eso, es muy importante planificar un espacio periódico para mantener relaciones o para hablar con nuestra pareja sobre sexualidad. Esto no rompe la naturalidad, sino todo lo contrario. Hablar con tu pareja acerca de lo que os gusta, de lo que querríais probar, buscar juntos juguetes sexuales o probar prácticas nuevas son actitudes y comportamientos muy recomendables para cultivar y fomentar el disfrute de la vida sexual en la pareja.

 

  1. «Existen dos orgasmos: el clitorídeo y el vaginal”.

Esta afirmación es falsa. El orgasmo se produce a través de la estimulación del clítoris, generalmente de forma directa (mano, lengua, juguete sexual, pene, etc). Aproximadamente, solo el veinte por ciento de las mujeres pueden tener un orgasmo con la penetración del pene sin estimulación externa del clítoris. En estos casos, se produce porque en la penetración se estimulan las ramas internas del clítoris, situadas en la parte anterior de la vagina, o por el roce sobre el clítoris con el pubis de la pareja en determinadas posiciones sexuales. Es decir, todos los orgasmos se producen mediante la estimulación directa e indirecta del órgano de placer femenino.

 

  1. “Si dos personas se quieren, tienen que saber cómo disfrutar del sexo juntas desde la primera vez que mantienen relaciones”.

¡Falso!. Cuando uno conoce a una persona, lo hace de forma progresiva y con el paso del tiempo. En el aspecto sexual ocurre lo mismo, con tiempo y práctica se va conociendo a la otra persona, sus gustos sexuales, sus ritmos, etc. Por esto, es prácticamente imposible que desde la primera relación sexual tengáis una conexión plena.

 

  1. ”En una pareja, cada uno conoce instintivamente lo que el otro quiere en la relación sexual”.

Esto no es verdad como se puede deducir de la afirmación anterior. Para que una persona sepa qué es lo que quiere su pareja es necesario hablar sobre la sexualidad, lo que quieren, lo que les gusta y lo que no. Es imposible saber lo que la otra persona quiere aún conociéndola, ya que no estamos dentro de los pensamientos del otro y por lo tanto, no podemos adivinar lo que la otra persona está pensando o siente en ese preciso momento. Por todo ello, es necesario que siempre haya una comunicación y tanto que expresemos como preguntemos a nuestra pareja qué es lo que quiere y lo que queremos.

 

  1. “Una buena relación sexual requiere un orgasmo mínimo”.

Esta afirmación es falsa también, ya que lo importante de una relación sexual NO es el obtener un orgasmo, sino disfrutar del hecho en sí. Habrá veces que no podamos llegar al orgasmo, y eso no significa que no hayamos disfrutado de la sexualidad con nuestra pareja. Es necesario que nos centremos en las sensaciones que vamos experimentando durante la relación para poder disfrutarla al máximo.

 

  1. “Una buena pareja sexual es la que hace disfrutar a su pareja”.

Esto no es cierto. Cada uno es responsable de su propio disfrute y placer, y la responsabilidad no recae en la otra persona. Es importante que cada uno conozca su propio cuerpo y la forma de obtener placer. Hay un concepto denominado “egoísmo sexual”, que hace referencia a que nadie puede dar a la pareja lo que no es capaz de darse a sí mismo, es decir, es necesario vivir el placer de recibir y de dar sin necesidad de contrapartidas y sin sentimiento de culpabilidad.

 

  1. “En una buena relación sexual los dos deben llegar al orgasmo juntos”.

Esto es un mito y además esta creencia puede generar ansiedad a los dos miembros de la pareja, ya que cada persona tiene un ritmo diferente y es muy difícil que los dos alcancéis el orgasmo a la vez el 100% de las veces. Incluso el estado de ánimo, o el cansancio físico y mental son factores que pueden influir, ya que no todos los días se tiene la misma disposición y facilidad para tener un orgasmo.

 

  1. “Si el sexo funciona bien, entonces la relación de pareja irá bien”.

Esto tampoco es cierto. Es verdad que la sexualidad es una parte fundamental de la pareja, pero no lo es todo. Una pareja está constituida por más áreas además de la sexualidad. La comunicación, el ocio, el respeto mutuo o la confianza son aspectos a cuidar para tener una relación sana y plena, además del aspecto sexual. Por lo que si no desarrollamos ni cultivamos estas áreas, puede haber repercusiones en nuestra vida sexual en pareja.

 

  1. “Cuando un hombre pierde su erección es por no encontrar a su pareja sexualmente atractiva”.

Esta última afirmación también es falsa. Como he comentado en ítems anteriores, la relación sexual se puede ver afectada por las preocupaciones del día a día o el estrés, así como por sentimientos de inseguridad, nerviosismo o presión en los primeros encuentros sexuales con nuestra pareja. Todos estos factores pueden provocar que el hombre no consiga una erección plena, o pierda su erección. Al contrario de lo que muchas personas piensan, es una situación frecuente y que no debe preocupar a ninguno de los dos miembros de la pareja, siendo totalmente independiente al deseo o la atracción que el hombre pueda sentir por su pareja.

 

Como conclusión, cabe destacar que es importante cuidar tanto la sexualidad en pareja como las distintas áreas que integran una relación, formando un todo indivisible que es necesario cultivar en nuestro día a día. Además, como hemos visto las creencias que tenemos sobre la sexualidad tienen un impacto en nuestras relaciones, por lo que es necesario que nos libremos de mitos para disfrutar al máximo de las mismas y tener una sexualidad sana, tanto en pareja como sin ella.

 

Gema Chaparro

Psicóloga Sanitaria, Sexóloga, Terapeuta EMDR y Directora de Vitamorfosis Psicología