HABLANDO SOBRE EL TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD (TLP)

Me gustaría dedicar este artículo al trastorno límite de la personalidad (TLP) también llamado trastorno limítrofe o borderline, aunque seguiré profundizando en él en otros artículos posteriores por su importancia y debido a que en muchas ocasiones, este trastorno no se diagnostica bien desde el principio, de tal forma que muchas personas pasan por varios diagnósticos previos, incluso “acumulando” varios en sus historiales antes de llegar al diagnóstico definitivo, lo que genera gran desesperación y dolor.

 

Aunque estamos acostumbrados a ver con frecuencia este trastorno en el cine y en la literatura, no es fácil entender el TLP ni como la persona se siente realmente. Un ejemplo de una persona con trastorno límite de la personalidad es el personaje de Susanna Kaysen, que interpreta la actriz Winona Ryder en la célebre película Inocencia interrumpida. Pero ¿qué es en realidad el TLP?

 

El TLP a grandes rasgos, es un trastorno de personalidad que se caracteriza por un grandísimo sufrimiento de quien lo padece. Son personas tremendamente sensibles con una inestabilidad emocional reflejada en las relaciones interpersonales, en la percepción de sí mismos (autoimagen) y en la afectividad. También padecen impulsividad, que se manifiesta en diversos contextos y tienen sentimientos crónicos de vacío.

Para poder profundizar en el TLP primero voy a describir que es un trastorno de la personalidad. El Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5), define a los trastornos de personalidad como un patrón perdurable de experiencia interna y comportamiento que se desvía notablemente de las expectativas de la cultura del individuo, tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y comporta malestar o perjuicios para la persona.

 

Algunos de los signos y síntomas más comunes del Trastorno Límite de la Personalidad son los siguientes:

  • Las personas con TLP tienen muchísimo miedo al abandono ya sea real o no, por lo que realizan esfuerzos frenéticos para evitarlo, teniendo relaciones interpersonales muy intensas.

 

  • Estas personas tienen un patrón de relaciones interpersonales inestables y muy intensas, ya que idealizan y por lo tanto tienden a la fusión. Sin embargo, cuando la otra persona hace algo que ellos no se esperan o no les gusta, se sienten decepcionados (a menudo con mucha facilidad) y les “desidealizan” pudiendo incluso llegar a la devaluación. A pesar de esto, son personas con mucha sensibilidad y empatía, y contrario a lo que se suele decir, es fácil conectar y vincular con ellos en terapia y otros ámbitos, además son personas que suelen ayudar mucho a los demás.

 

  • Poseen como he dicho antes, una inestabilidad a nivel de sí mismos. Su autoimagen se basa en cómo los demás les perciben. Por ello, tienen cambios de humor drásticos y pensamientos contradictorios acerca de sí mismos y de los demás. Se suele decir que oscilan entre los extremos “todo o nada”.

 

  • Son personas que tienen muchas habilidades y destrezas, son realmente creativos y suelen destacar en actividades artísticas o creativas como pintura, fotografía, música, literatura, escritura o dibujo entre otras. A pesar de ello, por su inestabilidad emocional e inseguridad, se auto-sabotean y no confían en sí mismos.

 

  • Otra característica que tienen las personas que sufren este trastorno es que alternan entre la suspicacia y la ingenuidad. Cuando están atravesando un momento de estrés, pueden desconfiar enormemente, llegando a rozar la paranoia. En cambio, otras veces son demasiado ingenuos y pueden confiar por completo en la primera persona que se encuentran.

 

  • Pensamiento mágico. Las personas con TLP a menudo recurren al pensamiento mágico como creencia de que si consiguen u obtienen cierta cosa, persona, situación o característica, dejarán de sentirse mal. Pero tras obtener lo que ellos esperan o desean, al cabo del tiempo vuelven otra vez a experimentar gran malestar.

 

  • Suelen tener impulsividad, manifestada en diferentes conductas que son muy dañinas para ellos como gastar demasiado, abuso de sustancias, atracones de comida, conducción temeraria, entre otras. Además presentan baja tolerancia a la frustración y se aburren con mucha facilidad.

 

  • Las personas con TLP suelen tener comportamientos intensos, amenazas de suicidio recurrentes o conductas auto-lesivas. Hay estudios que afirman que el 70% de las personas con este trastorno, realizan intentos de suicidio y el 10% llegan a consumarlo (Cervera, Haro y Martínez-Raga, 2005; Sodeberg, 2001).

Las amenazas de suicidio y los comportamientos auto-lesivos NO son un intento de llamar la atención de los demás ni maneras de chantajear y salirse con la suya como muchos profesionales afirman, si no que realmente se sienten mal y son maneras efectivas que han aprendido para hacer frente a emociones que les resultan muy difíciles de tolerar. Incluso el hacerse daño a sí mismos es una manera de calmarse que han aprendido.

 

  • Otro síntoma que presentan es la ira o episodios de ira intensa, así como otros de mucha ansiedad. Éstos suelen durar desde horas hasta días. Hay que comprender que la gran inseguridad que sienten y la hipersensibilidad que padecen, a veces se transforma en ira intensa y desmedida. La mayoría de las veces bajo estos episodios de rabia, lo que se esconde es el miedo al abandono y un enorme sufrimiento.

 

  • Las personas con TLP sienten un vacío crónico. Muchos pacientes lo definen como un “hueco” que hay en ellos y expresan la necesidad que sienten por “llenarlo” sin llegar nunca a conseguirlo.

 

  • Otro síntoma al que merecería la pena dedicar varios artículos y que ya explicaré detenidamente, por su enorme complejidad, es la disociación. No todas las personas que tienen TLP manifiesta disociación y no todas las personas con disociación tienen TLP, si bien es cierto que hay estudios que afirman que alrededor del 50%-60% de las personas con TLP tiene disociación. Algunos síntomas de disociación son la despersonalización o “sentirse observados por ellos mismos desde fuera del cuerpo”, la desrealización (sensación de extrañeza y de incapacidad de diferenciar que es real de lo que no), no acordarse de partes de su vida, flashbacks o recuerdos vividos de eventos traumáticos e incluso no sentir bien ciertas pares del cuerpo, entre otros, todo ello como mecanismos de defensa inconsciente que realiza el cerebro y que explicaré más adelante.

 

  • Otros síntomas que padecen las personas con TLP son el no sentirse queridos o amados, sentirse “defectuosos” o “inútiles”, entre otros. Todos los síntomas descritos anteriormente están relacionados entre sí, no son algo que vaya por separado. También es importante decir que cada persona es única, independientemente de si tiene TLP u otro trastorno, es importante siempre ver más allá del mero diagnóstico y trabajar con la persona para reducir su malestar.

 

En otro artículo explicaré que hay diferentes “tipologías de TLP” para explicar las distintas formas de presentación de esta patología. Esto es importante para ver lo nuclear del trastorno, ya que en muchos casos, se suele confundir con otros y por ello las personas afectadas no reciben desde el principio un tratamiento adecuado.

 

Como conclusión, podemos decir que el TLP es un trastorno de personalidad en el que predomina una inestabilidad emocional, una reactividad a factores externos, una vulnerabilidad extrema y dificultades en su día a día. Todo ello conlleva un sufrimiento terrible para las personas que lo padecen.

 

Gema Chaparro
Directora y Psicóloga sanitaria en Vitamorfosis Psicología. 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5th ed). Arlington, EEUU: American Psychiatric Publishing.
Mosquera, D. (2013). Diamantes en bruto: Un acercamiento al trastorno límite de la personalidad: manual informativo para profesionales, pacientes y familiares. I.